1884: la historia detrás del puente de Es Caülls

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Este puente, edificado con bloques de marés y datado en el siglo XIX, se reconstruyó con el objetivo de salvar el obstáculo que suponía el torrente de Coanegra, mejorando así la comunicación entre dos destacadas posesiones: Es Caülls y Son Sale. Se cree que la posesión de Son Sales es de origen medieval. Las casas contaban con una importante bodega, molino, establo, y otras dependencias agrícolas puesto que se dedicaban a la explotación de algarrobos, olivos, viña y cultivo. Con los años, se fue ampliando y reformando. Fue la posesión más valorada de Marratxí y una de las más significativas y grandes de Mallorca. En 1800 se dividió en dos: Son Sales y Es Caülls, surgiendo esta última, por lo tanto, como una extensión que se explotó como zona ganadera, llegando a tener hasta 3.000 ovejas y 500 olivos. Cuando se dividió, la denominaron Son Sales Nuevo, hasta que se regularizó el topónimo antiguo, Es Caülls. Fue adquirida por los propietarios de la finca vecina Son Verí, quienes hicieron reconstruir este puente. Por este motivo, en los laterales del mismo se pueden observar dos escudos: el de la izquierda corresponde a la familia Verí, y el de la derecha, a la familia Sales. En el centro, se puede observar un crucifijo con los cuatro brazos en el que se denomina flor de lis o flor de lirio, que simboliza, entre otros, la pureza, el honor y el poder. Debajo de la cruz, figura la fecha de 1884.

El puente consta en el Catálogo de elementos de interés artístico, histórico, ambiental y patrimonio arquitectónico del término municipal de Marratxí (1999). Por otro lado, los dos escudos están declarados Bien de Interés Cultural desde el año 1963. Desde 2006 el puente de Es Caülls solo se puede transitar a pie.

En cuanto al torrente de Coanegra, que empieza en el salt des Freu, en Orient, y se extiende por el valle de Coanegra, hacia los municipios de Bunyola, Santa Maria y Alaró. Una vez en el Raiguer, se une en el Pont de Inca con el torrente Gros, donde aboca sus aguas. Además del valor paisajístico, el entorno del torrente es un lugar interesante por su flora y fauna. Entre la vegetación abundan la retama, la violeta de peñasco, la siempreviva, la estepa y la ajedrea, entre otros. Encontramos árboles como el arce, la encina, el olmo, el fleje, el almez y el álamo negro. En las zonas más húmedas del torrente hay numerosas plantas acuáticas como la verónica de agua azul, el mastranzo, el bayunquillo, así como varios helechos. En cuanto a la fauna, están presentes tres especies de mustélidos, la marta, la jineta y la mostela. En los agujeros, cuevas y simas se esconden los murciélagos, mientras que en las pozas de los torrentes tienen su escondrijo la serpiente de agua y la rana. Estos lugares son visitados frecuentemente por algunas rapaces como el halcón, el cernícalo, el milano o la lechuza.