El taller de góspel promovido por el área de Salud del Ayuntamiento de Marratxí concluyó a final de junio su primera edición con una alta participación. Las 80 personas inscritas, de entre 25 y 80 años, han encontrado en el taller de góspel una herramienta “para fomentar la sociabilidad y sacar las emociones”. Además se ha creado una lista de espera por si se liberan plazas.
El Consistorio hace un balance “satisfactorio” de esta iniciativa puesta en marcha en abril para fomentar la sociabilidad al detectar en los centros de salud que había un incremento del aislamiento social por el miedo de algunos ciudadanos a salir de casa por la pandemia, a pesar de la desaparición de las restricciones sanitarias. “Es una actividad dirigida a los adultos y que promueve el góspel como un espacio de expresión libre, de ritmo, alegría y de compartir emociones dentro de un grupo que se reúne una vez por semana para respirar, disfrutar con compañía y complicidad, detalla Xelo Huertas, trabajadora del área de Salud del Ayuntamiento.
La iglesia del Pla de na Tesa ha cedido la propia iglesia para acoger la actividad, en la que también colaboran el Ayuntamiento, la Asociación de Vecinos del Pla y Cáritas. “Es un recurso de salud mental, pero con un enfoque lúdico donde participan 80 personas, desde los 25 años hasta gente que supera los 80 años, mayoritariamente mujeres, y que ha tenido una gran acogida”, destaca Nanda Aguiló, técnica de Salud del Ayuntamiento de Marratxí, que añade que “la música favorece la canalización de las emociones, fomenta la autoestima, las habilidades sociales y los vínculos personales”.
Cada miércoles de seis de la tarde a siete y media se reúnen para cantar en la iglesia del Pla de na Tesa, un taller en el que también participa un cantante y un pianista en una actividad musical que sirve a los asistentes para socializar y para estrechar vínculos entre los miembros del grupo. La regidora de Salud, Jero Sans, asegura que el taller de góspel ha sido “muy positivo porque es una sesión muy terapéutica donde se ha formado un grupo de gente que viene a desconectar, a relajarse y a disfrutar con la música”.
Los participantes en el taller de góspel coinciden en que se ha creado un clima de entendimiento y de armonía que ha resultado beneficioso para muchos de ellos. “La gente habla por el grupo de WhatsApp durante la semana, están motivados y tienen ganas de que llegue el día para verse, cantar y quedar a tomar algo después del taller”, cuenta una de las participantes.
El taller ha evidenciado que cantar en grupo es una actividad muy saludable, tanto física como mentalmente, porque ayuda a reducir el estrés, genera endorfinas -las hormonas que producen sensación de placer- y fomenta la relación de confianza y compromiso con los compañeros.
El taller de góspel promovido por el área de Salud ha servido para fortalecer las habilidades sociales, crear una motivación y para estrechar vínculos personales a través de la música. Ahora las participantes del taller esperan retomar la actividad después del verano mientras que las personas apuntadas en la lista de espera confían en que quede libre alguna plaza para poder participar en el curso de góspel cuando se retome la actividad después del verano.