‘SIURELLS’, UNA MANERA SINGULAR DE DECORAR LA NAVIDAD

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Figuras humanas, figuras zoomórficas, figuras imaginaria … y también figuras de Navidad. El ‘siurell’ adopta, a día de hoy, muchas formas. Sea como fuere, es una figura hecha de barro, de variadas medidas, colocada sobre una base y, habitualmente, con un silbido corto, como el mismo nombre indica. Del origen del ‘siurell’, hay pocas certezas. Hay teorías que apuntan que habría figuras árabes, fenicias o cretenses muy similares. En el caso de Marratxí, los orígenes se remontarían a finales del siglo XIX, cuando se empezaron a vender y popularizar a las romerías de la isla (Sant Marçal, Bonanova y Sant Bernat). Hoy, el ‘siurell’ tiene una función decorativa, también en Navidad.

En todo caso, es una pieza única y perfectamente identificable que se puede encontrar en todas las ollerías y ‘siurelleries’ de Marratxí. Hay dos, sin embargo, que son referencia porque su producción se centra prioritariamente en la fabricación -del todo artesanal- de esta figura, de fondo blanco y pintada con los colores rojo y verde que lo identifican. Se trata de Can Bernadí Nou, con Maria Amengual al frente, y de Ca Madó Bet dels Siurells, con Coloma Cañellas, ambos establecimientos situados en Sa Cabaneta, y a pocos metros el uno del otro.

De hecho, Amengual y Cañellas provienen originariamente de la misma familia, de Can Bernadí. Y hay que remontarse, como mínimo, a tres generaciones. Amengual y Cañellas llevan toda la vida vinculadas al negocio familiar. Pero mientras Can Bernadí es taller y comercio a partes iguales, Ca Madò Bet es esencialmente un taller, que produce ‘siurells’ para otros establecimientos.

En todo caso, tanto Amengual como Cañellas llevan a cabo todo el proceso de creación: es decir, preparación de la tierra (tierra blanca), modelado manual, hornear a 1.020 o 1.050 grados; baño con pintura blanca (desde hace 15 o 20 años, la pintura ha sustituido a la cal), y pintado con los colores rojo y verde. «Cuando mis padres regían el negocio, las piezas que más hacían eran ‘siurells’ y jarras bordadas, pero desde hace bastantes años Can Bernadí Nou se asocia esencialmente al ‘siurell’», explica Amengual. «Recuerdo que en casa se decía que unos curas le encargaron un nacimiento a la abuela, y que aquel hecho significó un impulso importante para los ‘siurells’ navideños». Y dice que aún lo que evoluciona son los motivos navideños que le encargan los clientes.

«El trabajo de los ‘siurells’ ha quedado en manos de las mujeres, yo tengo recuerdo de ver mi abuela, a una edad muy avanzada, haciendo, y mi madre se dedicó toda la vida a ello. Joan Miró tiene una foto en su taller de Barcelona en la que se ve un ‘siurell’ que compró aquí; del mismo modo Robert Graves dedica un capítulo a los ‘siurells’ que hacía mi abuela en su libro La diosa blanca«, rememora Cañellas. «A mí, con un mes de vida ya me llevaron a la Fira de Sant Marçal, donde había ‘siurells’», añade. Por otra parte, comenta que «los primeros motivos navideños de los ‘siurells’ fueron las cuevas o nacimientos, para los que se usaban las mismas herramientas que los hombres usaban para hacer las jarras bordadas».

En cuanto a la clientela, Amengual sostiene que con el boom turístico de los años sesenta, se ganó mucho cliente extranjero. «Hoy en día, creo que el ‘siurell’ es un referente de la identidad de Mallorca, frente a las grandes franquicias y de la globalización que vivimos».