Hugo Marzo: constancia, sacrificio y raíces

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«Participar en los Juegos Olímpicos sería un sueño»

«Estos dos años en Palencia he aprendido mucho a gestionar las emociones y a convivir con toda la gente del equipo»

«Estar lejos de casa es difícil, pero cuando comienzas a ver los resultados, vale la pena»

Hugo Marzo (Pòrtol, 2005) nació con una pelota de voleibol bajo el brazo. Comenzó a jugar con el Club Voleibol Pòrtol a los ocho años, un equipo que será la base de una exitosa trayectoria.

El joven jugador ha terminado el bachillerato después de pasar dos años en Palencia con la Selección Permanente. Un año lleno de éxitos destacables, empezando con la clasificación para el europeo con la sub-20 y el tercer lugar en el Campeonato de España Júnior con el Club Voleibol Pòrtol. Además, su talento y rendimiento lo han llevado a ser convocado para la selección sub-22, a pesar de ser sub-20.

Ahora comienza una nueva etapa en la isla. El joven deportista está de enhorabuena porque ha fichado por el Connecta Balear Manacor, en la posición de líbero. Un nuevo reto que afronta con ilusión.

Hablemos de tus inicios. ¿Qué ha significado para ti el Club Voleibol Pòrtol?

Fue el equipo donde aprendí a jugar y a tener más visibilidad al asistir a campeonatos de España. Además, pude jugar con mis amigos, y eso me ha hecho disfrutar mucho de este deporte.

¿Por qué el voleibol y no otro deporte?

Antes hacía natación, pero no me gustaba, y deportes como el fútbol no me llamaban la atención. Aposté por el voleibol y me gustó.

El lugar que te ha visto crecer ha sido Marratxí. ¿Qué significa Marratxí para ti?

Es muy importante para mí. He practicado deporte aquí y tengo todo mi círculo de amigos en Marratxí. Llevaba dos años sin vivir allí y lo echaba de menos. Estos dos años he estado estudiando bachillerato en Palencia en el centro de Tecnificación de la Selección Española, y compaginándolo con el voleibol. Ahora que he vuelto, como en casa en ningún sitio.

¿Cómo ha sido la temporada 2023-2024?

Muy especial. Con el Club Voleibol Pòrtol conseguimos la tercera posición en el Campeonato de España Júnior. Ha sido una gran hazaña acabar esta etapa con un podio nacional.

¿Y la temporada con La Roja?

Aunque hace unos cuatro años que juego con la selección, este año también ha sido muy emocionante. Con mi categoría sub-20 nos hemos clasificado para el Europeo que comienza en septiembre. Además, estuve convocado con la sub-22, que jugó el Europeo en Holanda. Estar con los mayores me ha permitido aprender en todos los aspectos, tanto técnicos como humanos.

¿Y ahora que ha terminado la temporada, qué te espera en los próximos meses?

En agosto he estado entrenando para la preparación del Europeo con la sub-20, que comienza este mes.

¿Cómo gestionas el sacrificio que conlleva el deporte siendo tan joven?

Es verdad que el deporte es exigente porque ves que tus amigos están disfrutando en la playa o saliendo de fiesta y tú estás entrenando. Además, estar lejos de casa es difícil. Pero cuando comienzas a ver los resultados, vale la pena.

Este esfuerzo se ha visto recompensado con el fichaje en el Club Voleibol Manacor. ¿Cómo afrontas este nuevo reto?

Con muchas ganas e ilusión. Al final, Palencia es un lugar donde solo te concentras en estudiar y entrenar. Ahora que puedo estar en casa disfrutando de un equipo como el Manacor, que siempre he visto jugar e incluso he jugado contra ellos con el Pòrtol, este fichaje para mí es un gran triunfo. Tengo muchas ganas de jugar y disfrutar del equipo.

Has estudiado el bachillerato al mismo tiempo que entrenabas. ¿Cómo lo has compaginado?

Soy una persona exigente en cuanto a los estudios, por lo que he tenido que sacrificar algunas noches de sueño. Pero ha valido la pena, porque he sacado buenas notas y he podido entrar en la carrera que quería.

¿Qué has aprendido de estos años de esta etapa fuera de casa?

Vivir fuera es un poco difícil, sobre todo en los días malos, ya que compaginar los estudios y el entrenamiento, si eres exigente contigo mismo, puede llegar a ser complicado. Sin embargo, he aprendido mucho a gestionar las emociones y a convivir con toda la gente del equipo, ya que éramos veinte en una sola residencia. También aprendes a tener paciencia y a ser más empático.

¿Cuáles son tus proyectos futuros?

Me encantaría jugar en Manacor durante varios años. Ahora que lo he conseguido, me gustaría disfrutarlo. No descarto ir al extranjero y jugar en un equipo fuera de España. Eso sí, a corto plazo sí que me gustaría quedarme aquí unos años para aprender y dar el máximo nivel posible mientras estudio a distancia el doble grado de Ingeniería Informática y ADE.

Este año has recibido algún premio…

En Palencia me dieron un premio al Jugador del Año de la Concentración Permanente, que reconoce tanto la temporada deportiva como la académica, y la verdad es que no me lo esperaba. Es cierto que este año me he esforzado mucho en los estudios, pero fue una gran sorpresa. En esos momentos es cuando piensas que todo el esfuerzo ha valido la pena.

En la Gala del Deporte de Marratxí te dieron un reconocimiento por la buena temporada. ¿Qué significó?

La verdad es que me encantó ver cómo el municipio reconoce los logros que estoy consiguiendo y me lo recompensa de esta manera. Estoy muy agradecido.

Hablando de logros, has sido capitán del equipo nacional. ¿Qué ha supuesto para ti?

Era una responsabilidad que me encantaba tener. Ser capitán de una selección nacional es algo que intimida un poco, pero lo considero un gran logro que hayan tenido confianza en mí para asumir ese cargo. A cambio, intentaba preocuparme al máximo por el equipo.

Ahora que han terminado los Juegos Olímpicos, ¿cómo ves el panorama actual de la Selección Nacional de voleibol?

Acceder a los Juegos Olímpicos es muy complicado, porque el nivel es muy alto. Aun así, estos años el equipo está creciendo mucho y creo que lo está haciendo muy bien porque poco a poco está consiguiendo más puntos para clasificarse. No obstante, considero que hace falta promocionar más el voleibol y dar a conocer este deporte. Así, creo que, dentro de unos años, podríamos llegar a soñar con esas olimpiadas que tanto deseamos y participar sería un sueño.

Creciste con Guillem Comamala, a quien perdimos hace un mes. ¿Qué querrías destacar de su figura?

Tengo un año menos que él y siempre he intentado imitarlo, porque era perfecto en todo: buen estudiante, muy buen jugador y, sobre todo, una persona excelente. Era muy fácil ser su compañero. Siempre lo he tenido como referencia cuando era pequeño y jugábamos juntos. Era capaz de todo y siempre con una sonrisa. Enterarme de la noticia ha sido muy duro, y más estando solo en Grecia [con la selección española sub-20]. Lo recordaré como el chico perfecto que era. Aunque ya no esté con nosotros, siempre será mi ejemplo a seguir.



CARA A CARA

¿Cómo es tu día a día?

Estos dos últimos años en Palencia, mi rutina era levantarme a las siete, estudiar una hora y entrenar de nueve y media a doce y media. Por la tarde volvía del pabellón y tenía clase de siete a diez y media. Aunque fuera un poco estresante, al final te acostumbras. La rutina para el próximo año también será un reto, porque entrenamos por la mañana y por la tarde.


¿El mejor momento?

Terminar un entrenamiento muy exigente, que son los que más disfruto, llegar a casa, ducharme y relajarme. Y luego, estar con mi familia.

Un personaje que admires:

Rafael Nadal, por su fortaleza mental, la capacidad que tiene para remontar cualquier partido o superar cualquier situación difícil, y la mentalidad que tiene como deportista.

Un libro:

Cómo hacer que te pasen cosas buenas, de Marian Rojas. Un libro que explica cómo funciona el cerebro en situaciones como la depresión, el miedo o la tensión, y que me ayudó mucho a gestionar los nervios en los partidos y a reconocer lo que me estaba pasando.

Una película:

Shutter Island, porque tiene un giro argumental muy interesante que no te esperas.