Casal Solidari, una pieza clave durante la pandemia

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Casal Solidari-Gent del Món es una ONG nacida en el año 2010 en Marratxí. Hasta 2015 se dedicó a proyectos humanitarios en Senegal, con la construcción de una maternidad y de pozos de agua potable, pero la finalización de estos dos proyectos coincidió con la crisis inmobiliaria, que dejó familias del municipio en estado de necesidad. «Unas familias que no estaban encontrando ayuda ni respuestas desde las diferentes administraciones. Y en aquellos momentos la ONG decidió invertir sus esfuerzos hacia la gente de aquí e intentar crear un centro solidario para el municipio. De ahí el nombre de Casal Solidari-Gent del Món «, explica Xisca Mulet, secretaria de Casal Solidari.

Casal Solidari considera que su tarea más importante es conseguir aportaciones y recursos para preparar quincenalmente una bolsa de alimentos y productos de primera necesidad para las familias usuarias, lo que implica tener «una buena red de voluntarios bien consolidada y una importante tarea de gestión «, explica Mulet.

Inicialmente Casal Solidari se financiaba con eventos como rifas, conciertos, exposiciones solidarias y aportaciones de particulares, una etapa en que atendían a unas cincuenta familias. Posteriormente esta cifra llegó a las ciento cincuenta familias, un total de quinientas personas, gracias al convenio de colaboración firmado con Servicios Sociales del Ayuntamiento, que les cedió un local y les derivó las familias que atendía el Consistorio.

«El aumento fue tan grande y repentino que tuvimos que establecer convenios con Cruz Roja para recibir alimentos de la Unión Europea, con el Banco de Alimentos para recoger producto semanalmente y solicitar subvenciones a La Caixa y al Ayuntamiento», explica Mulet.
La filosofía de la ONG siempre ha sido implicar a los vecinos del municipio y por ello pusieron en marcha proyectos como los Cors Solidaris con los centros escolares o los clubes deportivos de Marratxí, que hacen recogidas de productos que no consiguen por otras vías, como artículos de limpieza y de higiene personal o producto navideño.

La ONG ha atravesado por tres momentos críticos a lo largo de su existencia. «Uno fue hacer frente a dos locales y un aumento repentino de familias que nos obligó a buscar vías de financiación más comprometidas que implicaban mucho papeleo y una infraestructura de almacenamiento y transporte que en aquel momento no teníamos, así como triplicar también la red de voluntarios para poder dar abasto». El segundo momento crítico fue cuando el Obispado les informó de que no podían continuar en el local de la antigua rectoría porque el edificio no estaba en condiciones «y el tercero y, seguramente el más fuerte, la llegada de la pandemia» .

Xisca Mulet asegura que han sido tres momentos complicados pero que les han hecho más fuertes, «en gran parte gracias a la coordinación con los Servicios Sociales y la implicación del Ayuntamiento de Marratxí que nos proporciona un espacio para almacenar el producto de Cruz Roja, nos lo transporta hasta los centros, además nos facilitó un nuevo local en Pòrtol y se ha hecho cargo de gran parte de los gastos derivados del aumento de familias usuarias durante esta crisis «.

Pandemia

Hasta la llegada del Covid, Casal Solidari hacía actividades para obtener ingresos, como las habaneras solidarias, las exposiciones y conciertos solidarios de artistas del municipio, como Pep Suari, Joan Miquel Lladó, Rafel Cifre, Marga Mairata, Catalina Moll, Quino M. Niebla, Esther Bosch, Marga Rotger. Además de participar en ferias, hacer rifas solidarias o colaboraciones con las recogidas en las grandes superficies que hacían Cáritas o Rotary Club.

«La pandemia ha sido muy dura pero probablemente también es lo que más sentido ha dado a nuestra entidad. En pleno confinamiento veíamos cómo Servicios Sociales nos derivaba siete u ocho familias diarias para atender de urgencia que no tenían nada para comer. Teníamos el 70% de los voluntarios en edad de riesgo sin poder ayudar y todas las dificultades que, de por sí, comportaba el momento «, cuenta Mulet.

Altruismo

Las dificultades y el sentirse útiles espolearon a esta ONG que se puso en marcha para conseguir donaciones por parte de restaurantes y escuelas que habían cerrado, de empresas de Marratxí que querían colaborar, de vecinos que organizaban para recoger producto fresco. Además, amigos y conocidos les proporcionaban productos para rifar y muchos voluntarios jóvenes que ayudaron a gestionar todo el producto extraordinario que en aquellos momentos llegaba de la Consejería de Agricultura para repartirlos entre las entidades sociales.
«Con coordinación directa con Servicios Sociales y con la ayuda de la brigada del Ayuntamiento pudimos hacer entregas a domicilio, tener siempre cajas de urgencia preparadas para las nuevas familias y comprar el producto necesario para poder mantener la calidad de las bolsas que entregábamos «, cuenta Mulet.

Casal Solidari subraya la respuesta de la sociedad civil de Marratxí durante la pandemia. «Quiero remarcar como se han volcado las familias de Marratxí en las recogidas solidarias que hemos hecho en las escuelas y en las tiendas. También estamos muy contentos de la colaboración del alumnado, como los del Liceu que cada semana vienen en pequeños grupos a preparar bolsas para las familias, o los de los IES de Marratxí y Sant Marçal que han organizado varias jornadas solidarias en beneficio del casal», explica Mulet.

Familias atendidas

Actualmente Casal Solidari atiende a unas 300 familias de media. Los problemas más habituales son la falta de trabajo, las dificultades para cobrar los ERTE, el elevado precio del alquiler o las denegaciones del ingreso mínimo vital. «Nos preocupa especialmente la dura situación de muchas mujeres que deben hacerse cargo solas de sus niños y viven de las pocas horas de trabajo que pueden hacer», sostiene Mulet.
Uno de los momentos más emotivos que se viven en el Casal es cuando dan de alta a una familia porque ya no necesitan su asistencia. «Es un momento muy emocionante en el casal. Nos muestran un gran agradecimiento y nosotros en broma les decimos: «esperamos no volveros más, cuenta Mulet»

Casal Solidari tiene una sede en Sa Cabana (calle Balanguera 11), donde atienden cada jueves, y en Pòrtol, en la calle Mayor 114, donde se encuentran un jueves cada dos semanas. «Pueden venir a conocer nuestro proyecto y colaborar haciendo aportaciones económicas, donar productos o ofrecierse como voluntarios para preparar y entregar las bolsas de alimentos. Todo el mundo será bien recibido «, concluye Mulet.