Forn des Pla de na Tesa, una tradición creciente desde 1899

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El Forn del Pla de na Tesa está a punto de cumplir 122 años. Comenzó siendo un pequeño horno y desde entonces no ha dejado de crecer. Ahora está al frente la tercera generación donde trabajan 25 personas. La mitad de la producción se distribuye a otros hornos de Palma bajo la marca Es Forn y el resto se despacha en el propio local del Pla de na Tesa.

El Forn del Pla de na Tesa nació el 1 de julio de 1899. Entonces se llamaba Forn de Can Lluc, en honor al propietario. Era un horno muy pequeño que en 1962, se vendió «a nuestra madrina María y su marido Jaume”, explican los actuales propietarios. El 19 de febrero de 1986, los hijos de Maria y Jaume, Miquel Vidal y na Antònia Vidal, junto con sus respectivas parejas Montse Bordoy y Biel Miralles se ponen al frente del negocio familiar durante más de 30 años. «Nosotros somos la tercera generación, Matías y Jaume, que desde el 1 de enero de 2020 hemos tomado el relevo de nuestros padres, tíos y abuelos», cuenta Jaume Miralles.

Un gran equipo

Actualmente trabajan en el Forn del Pla de na Tesa 25 personas: nueve panaderos, seis pasteleros, cinco en la tienda, dos de limpieza, dos en oficina y un chófer. Antes la distribución de pan era la principal vía de negocio, pero en los últimos años la venta directa y la distribución se han equiparado. Jaume explica que las grandes industrias de pan y productos de pastelería congelado han hecho «mucho daño» a la distribución, «ya que trabajan con unos precios donde los artesanos como nosotros no podemos ni queremos competir».

«La venta directa es donde el cliente aprecia el producto y sabe que compra con un precio más elevado pero se lleva un producto artesano y fresco del día», señala Jaume Miralles.

Con 121 años de historia los propietarios de Es Forn consideran que la constancia y el esfuerzo diario, junto con la evolución y la formación son vitales para mantenerse, para saber el porqué de las cosas y cómo poder mejorarlas «.

Decisiones clave

En todos los negocios hay momentos clave que marcan la diferencia. «Nuestros predecesores tomaron decisiones muy acertadas a nivel comercial que nos permitieron llegar a lo que somos hoy. Algunas de ellas como hacer el pan y pastelería para la cadena de Supermercados Gigante (hoy ya desaparecida), participar en ferias y exposiciones presentando una ensaimada o un gató gigante. Fuimos de las primeros hornos / pastelería en trabajar con zonas de frío.También ganamos un premio a nivel europeo en materia de prevención de riesgos laborales.

El último acierto a nivel empresarial ha sido «la incorporación de Matías. Sin lugar a dudas él nos ha aportado al negocio familiar un punto extra de calidad debido a su conocimientos, experiencia y punto creativo y artístico».

Para Jaume Miralles el pan es uno de sus productos estrella. «También podemos encontrar El Músico, que es un producto donde mucha gente nos reconoce, que son realmente buenos. También podríamos destacar la nueva linea de turrón que venimos haciendo desde hace unos cuatro años, mientras que este último año el panettone ha sido el producto estrella».

En los mostradores del Forn d’Es Pla de na Tesa podemos encontrar todo tipo de productos, desde pan payés, ensaimadas, empanadas, cocarrois, tartas, pasteles, turrones, panettone, bollos, … «Quienes nos conocen ya saben cada temporada o festividad les podemos ofrecer los productos más tradicionales y típicos y también otros más innovadores y diferentes a lo que se ha hecho hasta ahora «, explica Jaume Miralles.

Consumo de pan

En 2006 se consumían 47 kilos de pan de media por habitante, actualmente 37 kilos. «Es verdad que no se ha hecho buena publicidad del pan pero eso ahora parece que se revierte, ya que nutricionistas y especialistas recomiendan el pan siempre que no sea un pan industrial muy procesado y no en gran cantidad», dice Jaume.

Sobre la calidad del pan que se vende actualmente, Jaume Miralles explica que «en general tratamos que la calidad sea la mejor y como el pan de toda la vida pero es cierto que hay un problema con el trigo. El trigo nacional cada vez es más escaso y por lo tanto más caro, esto hace que muchas harineras lo importen de otros países como Ucrania y hagan la harina en España. Nosotros estamos muy encima las harineras y exigimos siempre el mejor producto. En Mallorca por suerte todavía quedan hornos donde hacen un pan de calidad excelente «.

Cada vez cierran más hornos tradicionales, un hecho que pone en riesgo un oficio indispensable. «Es un oficio que está en riesgo. Por eso cada vez se cierran más hornos y las nuevas generaciones no quieren meterse en los negocios familiares y buscan otras salidas. También cada vez cuesta más encontrar gente joven que quiera aprender el oficio de panadero ya que sacrificar horas de fin de semana o festivos y levantarse muy pronto nos cuesta mucho a las nuevas generaciones «.

Para evitar la desaparición de los hornos tradicionales, Miralles explica que es necesario incrementar la formación. «El futuro es que si no nos formamos y buscamos métodos para poder hacer el pan de día y alargar las fermentaciones el oficio de panadero y por tanto los hornos estamos abocados a desaparecer».

Actualmente el Forn del Pla de na Tesa tiene una cincuentena de clientes a los que sirve pan. Se trata de pastelerías que han prescindido de los hornillos para no tener que trabajar de noche o bien tiendas de comestibles, cafeterías, bares o restaurantes.

Alimento básico

El pan artesano, defiende Jaume Miralles, siempre ha sido un alimento que ha formado parte de la dieta mediterránea como una fuente de hidratos de carbono, fibras, y minerales.

“Queremos que Es Forn del Pla de Na Tesa perdure por muchos más años. Estamos atrayendo una clientela joven que había desaparecido o que no acudía con tanto regularidad, lo que hacemos con los nuevos productos es seducirla para que prueben estas cosas nuevas que hacemos y la gente siempre responde, por eso continuamos motivados para hacer cosas nuevas «.

Miralles explica que han vivido la pandemia «con un poco de miedo», sobre todo al principio, y nos hemos adaptado a las circunstancias como por ejemplo prestando servicio a domicilio durante la Semana Santa o implantando una tienda online «. Creo que hemos aprendido a ir más despacio y a pensar un poco más las cosas «.

Jaume Miralles confiesa que no sabe cuál es el mejor pan de Mallorca pero sí destaca algunos panes que le gustan mucho. «Uff, no sabría decirte el mejor para mí, pero si que podría decirte de algunos que me gustan mucho el de Pan Moreno de se Horno de es Molí de es Llombards, Horno de sa Creu de Algaida y los panes más especiales de S’era de Sineu o de Rústico de Binissalem «.