Català & Piña, una ‘joint venture’ que ha cautivado al mercado

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El ceramista Joan Pere Catalán Roig y el artista Albert Pinya han cerrado con éxito su participación en la Feria de arte contemporáneo Urvanity. Una exposición en la que han llevado una cincuentena de piezas cerámicas, elaboradas por Joan Pere Catalán y pintadas por Albert Pinya que ambos han creado durante dos años en el taller de Pòrtol de Joan Pere Català.

Català y Piña cuentan que sintonizaron desde el principio. Piña se integró en el taller de Català y trabajaron juntos para crear esta obra que se ha expuesto en la galería holandesa Art3035 en la feria de arte contemporáneo Urvanity. Y posteriormente expondrán en Milán, entre junio y septiembre de este año, en la galería italiana Martina Corbetta. Una exposición que llegará a Palma en 2022.

Albert Pinya comenzó a pintar en estilo pop y con mensajes irónicos y de denuncia sobre platos y botellas ya elaboradas por Joan Pere Català y posteriormente Joan Pere creó piezas expresamente para ser pintadas por Albert Pinya, una tarea que supuso una puesta en común para definir volúmenes, alturas y las técnicas más adecuadas.

Esta ‘joint venture’ se ha hecho completamente al 50%, «donde un ego no está por encima del otro. La verdad es que nos entendieron muy rápidamente porque la esencia es la misma «, cuenta el ceramista marratxiner, que subraya que el primer objetivo era encontrarse cómodos y satisfechos, además de que la cerámica no quedara supeditada a la decoración ni al revés.

El proceso creativo ha sido muy cómodo para los dos artistas. «Yo hacía el trabajo en solitario y él venía un par de días a la semana, tenía su habitación con su baño y cada uno tenía su momento de tranquilidad para hacer su trabajo», explica Joan Pere.

Entre los dos han creado una cincuentena de piezas, pero el proceso fue muy duro hasta encontrar lo que venían buscando. Piña explica que los inicios fueron difíciles porque no había trabajado nunca sobre esta superficie. Una fase que con el tiempo se volvió en fascinación por la cerámica gracias a la variedad de posibilidades y recursos que ofrece este material.

Una fascinación que parece que también ha surgido entre los amantes del arte, que compraron la mitad de la producción en la primera jornada de la feria. Además del éxito de las ventas, la feria Urvanity ha sido provechosa en otro sentido. Ya han surgido dos nuevas exposiciones, una en Ámsterdam, y probablemente otra en Cataluña, que se tiene que acabar de cerrar.

El universo de Piña tiene mucho de pop enérgico. Mediante la yuxtaposición de expresiones tradicionales y contemporáneas, la alianza con el ceramista Joan Pere Català ha creado un campo nuevo que ha sentado muy bien a los dos artistas.

Català explica que la colaboración con Pinya ha sido muy provechosa porque ha servido para salir de la zona de confort y para ello hay que investigar, refrescar conocimientos y, además, «hemos conectado muchísimo en poco tiempo y nos hemos convertido en amigos para el futuro «.

Boom cerámico

Joan Pere reflexiona sobre el estado de efervescencia que vive el mundo de la cerámica. «El interés se ha multiplicado por diez. Actualmente vivimos un boom, lo que tiene cosas buenas y malas. Está claro que después habrá un descenso y lo suyo es que llegue una etapa de estabilidad porque ahora te llama una galería y otra y casi no tienes tiempo a hacer todo y tienes que rechazar algunos encargos «.

Català confiesa que es sorprendente y extraño al mismo tiempo este fenómeno porque la cerámica siempre ha sido la misma. En este sentido apunta a que «ahora hay un interés global en la esencia, en lol hecho a mano, lo auténtico, lo hecho poco a poco, y debido también a las redes sociales y a las facilidades de compra».

Joan Pere Català también explica que el éxito de la cocina de autor ha servido para impulsar la cerámica porque no tiene sentido cocinar con un gran chef sobre un plato cualquiera, se come de otra manera y por eso se ha puesto en valor la cerámica.

Entre los clientes del artista marratxiner hay bastantes residentes extranjeros y no residentes, y gente de aquí que tiene una gran sensibilidad y valora estas piezas. Al mismo tiempo, Joan Pere lamenta que no haya ninguna galería totalmente dedicada a la cerámica. «Llegamos tarde respecto a Europa porque en otros países sí que hay este tipo de galerías».

Sobre el futuro, Joan Pere confiesa que le ha gustado colaborar con Albert Pinya, aunque no quiere aventurarse sobre si volverá a repetir con otros artistas porque «la pandemia nos han demostrado que lo mejor es ir día a día, y no hacer planes».