Ca’n Pinet, nacida en 1946, se define como una tienda de pueblo que «tiene de todo»: ropa interior, mercería, ropa, hogar, sábanas, mantas…e incluso muebles en un local enfrente de Ca ‘n Pinet. Desde hace 75 años, Ca’n Pinet se ha convertido en una tienda de referencia en Pòrtol, pero también en todo Marratxí, especialmente en Sa Cabaneta, aunque también reciben clientes de fuera de Marratxí.
El IDI, Instituto de Innovación Empresarial de las Islas Baleares, le ha otorgado la distinción de comercio con historia. Actualmente se encuentra en el frente del negocio la tercera generación, con Maria del Carmen Monzón, que recibe la ayuda de su madre, María Canyelles, que con 76 años todavía ayuda a su hija. «He estado 70 años en el comercio; desde los seis años acompañando a mi madre y despachando y atendiendo clientes desde los 14 años hasta que me jubilé parcialmente a los 65 años».
En este tiempo Ca’n Pinet ha ampliado su tienda comprando el local anexo. Además, cuenta con otro local enfrente donde venden muebles. «Tenemos la otra tienda cerrada y cuando vienen los clientes vamos allí y los despachamos». María Canyelles remarca una y otra vez la importancia y el valor añadido de tiendas como la suya, que conocen a los clientes y les dan un trato cercano. Muchas veces son clientes conocidos e incluso clientes que vienen generación tras generación. María Canyelles confiesa que es difícil mantener la tienda. «Tienes que pasar muchos sacrificios, tienes que estar muy al tanto porque, además, los centros comerciales se llevan la palma y ha bajado la venta, pero siempre tenemos nuestros clientes que nos son fieles y la verdad es que nos defendemos para poder vivir «, aunque María no está segura de si Ca’n Pinet resistirá otra generación.
«Tengo los mismos clientes desde hace muchos años y están contentos con nosotros porque vuelven a comprar». María destaca que las confecciones de ropa en Ca’n Pinet se hacen gratis para los clientes que compran la ropa en la tienda. «Y creo que eso los clientes lo ven. Además, si nos llaman para llevar ropa a gente que no puede venir a la tienda, se lo llevamos a casa y se lo mostramos, incluso fuera de Pòrtol. Tenemos clientes de Sa Cabaneta, Santa María, Santa Eugenia, Algaida, Palma”.
Las propietarias de Ca’n Pinet admiten que el confinamiento fue muy duro para el negocio que, por primera vez en la historia, estuvo dos meses cerrado. «Tras el confinamiento pensábamos que no venderíamos nada pero ha sido al revés, porque han vuelto los clientes. Lo que se ha parado un poco es la ropa de vestir porque la gente no sale, pero vendemos mucha de ropa interior: pijamas, camisetas y mercería se venden más que antes de la pandemia «.
María Canyelles, toda una vida trabajando en Ca’n Pinet, hace énfasis en la atención personalizada que caracteriza al comercio local frente a la atención que se da a los clientes en las grandes superficies. «Yo soy la primera que no va a un centro comercial. Estamos acostumbrados a estar con el cliente, a mostrarle las cosas, a ofrecerle lo que tenemos y a ayudarle en aquello que le conviene más. Y en los centros comerciales te despachas tú solo porque no hay nadie”.
Ca’n Pinet continúa atendiendo a sus clientes de siempre y hace frente a la pandemia levantando cada día la persiana, como lo ha hecho en los últimos 75 años, sin cerrar ni siquiera por vacaciones. Ya son tres generaciones: abuela, madre e hija, las que han puesto en pie esta tienda de Pòrtol que insiste en su filosofía: conocer al cliente y saber siempre lo que necesaria y le favorece.