Chim López: «No nos podíamos creer el éxito del confinamiento, recargábamos la página y entraban 100 euros, con las cosas como están”

808

Chim López, marratxiner de 25 años, es graduado en Comunicación Audiovisual y estudia un máster en Guión de Ficción en la Escuela de Cine de Madrid (ECAM). Junto a cuatro amigos ha conseguido recaudar 16.000 mil euros en un proyecto de crowdfunding para rodar ‘De Madrid al suelo’, una serie de ficción que se emitirá en abierto en plataformas digitales a partir de septiembre. La serie cuenta los sueños y decepciones de un grupo de jóvenes que llegan a Madrid y descubren un mundo lleno de oportunidades.

Chim tiene 83.000 seguidores en su canal de Youtube, ha trabajado como guionista, su gran pasión, y es presentador de JajaShow en Disney Channel desde 2016. También ha trabajado como redactor y guionista en Animal Maker para MTV o Vodafone. Chim, Joaquim para su familia, nos habla de sus aspiraciones profesionales y de su pasión por Madrid, pero siempre mirando de reojo a Es Pont d’Inca, su refugio. A los 25 años, Chim tiene todo el futuro por delante, un futuro que se presume eléctrico, en consonancia con la pasión con la que se expresa. En su canal de Youtube tenemos la oportunidad de conocer mejor a Chim. Desde allí narró el día a día del confinamiento y es allí donde encontramos auténticas perlas, como cuando explica, acompañado por sus padres, por qué decidió dejar la carrera de Psicología para estudiar Comunicación Audiovisual, un giro drástico que se antoja muy prometedor.

Cuéntanos, ¿Cómo nace el proyecto De Madrid al suelo?

De Madrid al suelo nace de la necesidad de encontrar un hueco en la industria. Estamos cansados ​​de ver cine y series en relación a la etapa del instituto o, incluso, de la etapa laboral, pero nunca hemos visto series que se sitúen en medio de las dos etapas. Justo en el momento en que acabas de salir de bachillerato y tienes que empezar a construir tu vida prácticamente solo. Si a esto le sumas mudarte a una nueva ciudad, tienes una auténtica bomba de relojería. Los cinco que formamos parte del proyecto, de una manera o de otra, hemos vivido esta etapa, así que ha sido fácil conectar.

He visto que eres guionista y ayudante de dirección en De Madrid al suelo, ¿cómo ha ido el trabajo en equipo y el reparto de tareas?

He formado parte del equipo de guión desde el comienzo del proyecto hasta la elaboración de todos los capítulos. Sin embargo, el hecho de ser ayudante de dirección fue un poco para cubrir huecos. Sabíamos que para hacer un crowdfunding necesitábamos algo que mostrar, así que nos plantamos en medio de un parque precioso de Madrid con los actores para grabar una especie de teaser. Yo me pidió ser ayudante de dirección, pero de cara a la elaboración de la serie mi plan es seguir formando parte del «showrunning», es decir, ser director creativo de la primera temporada junto a mis compañeros y, si todo encaja, dirigir uno de los capítulos.

El reparto de roles ha sido bastante fácil. Celia Castillo, Pilar Navas y yo escribimos la serie mientras que Borja Martínez y Miguel Martí se han ocupado de la parte más técnica. Para grabar el teaser todos hicimos un poco de todo, pero de cara a que salga el proyecto, ya podremos formar un equipo competente que nos ayude. Hasta ahora lo hemos hecho todo nosotros. Ha sido una locura que volvería a repetir sin lugar a dudas.

Habéis obtenido los 16.000 euros necesarios para lanzar la serie a través de una campaña de crowdfunding, ¿lo esperabas?

En las primeras horas recaudamos casi 4.000 euros, ¿te imaginas? Nosotros no nos lo podíamos creer. Recargábamos la página y entraban 100 euros. ¡Con las cosas como están! Creo que la gente ha conectado con el producto, porque tenemos miles de mensajes de gente diciendo que se sienten representados, que están o han estado en esta etapa de la vida. Pero también hemos recibido mensajes diciéndonos que es muy valiente nuestro gesto. Al principio no teníamos nada, sólo una cifra muy, muy ambiciosa. Nuestros amigos nos miraban con ilusión, pero sé que en el fondo pensaban que era muy difícil. Pero aquí estamos, la gente ha creído en nosotros y ahora tenemos una responsabilidad gigante: hacer la serie que tenemos en nuestras cabezas.

¿Cómo fue tu llegada a Madrid procedente de Marratxí?

Es algo que se relata también en la serie. Al principio, cuando escuchas o ves historias que ocurren aquí parece que Madrid tenga poco que envidiarle a ciudades como Nueva York o Los Ángeles. Todo se cuece aquí. Hace 6 años también, pero no tantísimo como ahora. Y sí, llegué ilusionado y los primeros días fueron como un parque de atracciones, pero te acostumbras muy rápido a este ritmo de vida y, obviamente, tiene sus cosas chungas. Pero Madrid es terriblemente adictiva. Tiene algo que es casi indescriptible. Yo ya me he hecho a vivir aquí, pero creo que estaré toda mi vida a caballo entre las dos. Yo en Mallorca no la cambiaría por nada: su paz, su calidad de vida, mi familia. Pero siempre puedo volver. Es genial estar en medio de las dos.

Has visto a mucha gente asentarse en Madrid, incluso triunfar, pero no todos lo consiguen.

Conozco mucha gente que ha tenido que volverse. Yo he tenido épocas muy, muy malas en las que, sin el apoyo de mis padres, nunca podría haber asumido los gastos. Madrid es cara, cada vez más. Yo he tenido suerte, pero hay un gran porcentaje de la gente que no la tiene.

¿A qué te gustaría dedicarte en los próximos años?

Yo me mudé a Madrid con la intención de estudiar Comunicación Audiovisual. De la carrera no saqué a qué quería dedicarme, pero sí a qué no. Toqué muchísimos palos y vi qué no me gustaba. Después me ficharon para JajaShow, en Disney Channel y descubrí que el mundo delante de la cámara era agotador. Y, sin embargo, yo creo que desde siempre lo que he querido es escribir. Hace un año empecé a estudiar un máster de guión en la Escuela de Cine de Madrid y ahora estoy a todas con De Madrid al suelo. Y creo que esto es lo mío. Me encantaría poder dedicarme a ello en un futuro próximo. Y a saber. Soy una persona muy cambiante, quizás mañana me puedo volver loco por el doblaje, pero sé que siempre estará relacionado con el mundo audiovisual.

Narraste en tu canal de Youtube el día a día del confinamiento, ¿viste claro desde el principio que tenías que hacerlo?

Fue de esas cosas que llegan como un presentimiento. Tampoco me las quiero dar de Aramís Fuster, quiero decir, vimos la situación en Italia y ya empezaba a decirse que esto iba a ser igual. Sin embargo, yo, que tengo mi canal de Youtube como un diario personal dije: «Alerta, esto tiene pinta de ser una historia que querré recordar». Y me puse a grabar. Por eso tengo la suerte de tener todo el proceso en vídeo. Con sus pros y contras.

¿En qué te ha ayudado tu formación en Comunicación audiovisual en el éxito de tu canal en Youtube?

Pues no me gustaría quedar muy prepotente en esto, por favor, que se me entienda bien, pero en prácticamente nada. Yo tenía canal antes de entrar a la carrera y, cuando salí de ella, tenía los mismos conocimientos en hacer vídeos que cuando empecé. Creo que tiene cierto encanto eso de pensar que todo lo que he aprendido con respecto al de hacer videos lo he aprendido de forma autodidacta, pero es cierto. Desde los 8 años editaba vídeos en Windows 95 con programas más avanzados que los que me mostraban en la carrera.

¿Qué opinas de la mala prensa de Youtube?

Estoy un poco cansado de escuchar el mismo discurso en contra de Youtube. Entiendo el punto, hay mucho colgado suelto, pero también hay mucho creador que detrás de cada vídeo debe guionizarlo, grabarlo con calidad, con todo lo que ello implica (conocimientos de iluminación, de grabación, etc.) editar de forma atractiva, compartir con sus estrategias de marketing en todas sus redes, mantener a sus seguidores, etc. Para todo eso una productora necesita, a veces, a dos o tres personas día a día trabajando. Es la constancia, el carisma y la suerte lo que te hace crecer. No todo el mundo puede y lo que lo consigue y se mantiene, es porque se lo merece, no tengo ninguna duda. A mí me costó muchísimo, llevo desde 2012 haciendo vídeos y mi cifra aún es ridícula en comparación con otros canales, pero yo estoy muy orgulloso, por eso para mí es un éxito.

Eres un youtuber con muchos de seguidores, ¿vives de ello?

Desgraciadamente no vivo de esto ni mucho menos. De hecho, este mes con un número de visitas de 120.000 no tengo ni para ir a al cine con palomitas. Esto se debe a que pongo música con copyright en mis vídeos y me los desmonetizan, pero incluso monetizándolos no podría pagar el alquiler de mi casa.

¿Dónde vives en Marratxí y qué echas de menos de Mallorca?

Yo siempre he vivido en el Pont d’Inca, una zona tranquilísima y rodeada de verde y paseos geniales. Esto es otro rollo. No tiene nada que ver con Madrid. Todo va mucho más despacio, todo sigue igual y al mismo tiempo no. La tengo idolatrada, lo sé, pero es que tengo un afecto especial por este lugar y por su gente. Echo de menos las verbenas de verano, las torrades de sobrasada y los pambolis al aire libre, pero me tengo que conformar con disfrutarlos  de vez en cuando. Vengo como mínimo una vez cada tres meses, al menos ese era el plan hasta la pandemia. Ahora intento escaparme cuando puedo (y me dejan). Sin embargo, ahora viene un nuevo miembro a la familia (mi sobrino Erik), así que habrá que forzar las vueltas a casa mucho más.