El Consejo de Ministros extraordinario reunido ayer domingo aprobó la paralización de las actividades no esenciales entre este lunes, 30 de marzo, y el próximo jueves 9 de abril para frenar la propagación del COVID-19 y reducir la movilidad a la de los fines de semana, a través de un permiso retribuido recuperable, por lo que los trabajadores no perderán su salario, pero tendrán que recuperar horas tras el estado de alarma.
Mediante el permiso retribuido recuperable aprobado, los trabajadores de las actividades no esenciales de empresas o entidades públicas y privadas continuarán recibiendo su salario con normalidad de parte de las empresas y, una vez termine la situación de emergencia, recuperarán las horas de trabajo no prestadas de manera paulatina y espaciada en el tiempo, pactando ampliar su horario con los empresarios hasta el 31 de diciembre para recuperar los ocho días laborables de inactividad.
En concreto, la nueva paralización de actividades no afectará a las personas que se encuentren desarrollando ya su actividad mediante teletrabajo, a las personas incorporadas en expedientes de regulación de empleo (ERTE), a personas que se encuentran en incapacidad temporal o disfrutan de un permiso de paternidad o maternidad, ni a los trabajadores de servicios esenciales, como tampoco a aquellos excluidos por el decreto de declaración de estado de alarma.