El próximo lunes comenzará el reparto de las tarjetas prepago destinadas a suplir las ayudas de comedor, después de que este viernes la Conselleria de Asuntos Sociales las haga llegar a los centros educativos, que van a coordinar el reparto entre las familias beneficiarias, informa Europa Press.

En total, se distribuirán 6.152 tarjetas: 5.453 en Mallorca, 434 en Menorca, 251 en Ibiza y 14 en Formentera. Según ha indicado la Conselleria de Educación en un comunicado, las tarjetas están cargadas con 60 euros, correspondientes a los primeros 15 días de confinamiento y se trabaja para ampliar el crédito correspondiente a la segunda quincena del estado de alarma que se aprobó ayer en el Congreso de Diputados. La Conselleria de Asuntos Sociales ha invertido hasta ahora 375.000 euros.

Las instrucciones para el reparto de las tarjetas a las familias ya las ha trasladado la Conselleria de Educación a los centros educativos. Así, se repartirán con cita previa y siguiendo las orientaciones sanitarias y organizativas recibidas por los equipos directivos.

La solución definitiva adoptada por las Consellerias de Educación, Universidad e Investigación y la de Servicios Sociales y Deportes responde, según han señalado, al objetivo de llegar «de la manera más rápida y eficiente a las familias más vulnerables y después de consultar otras entidades afectadas como consells insulares, ayuntamientos y centros educativos especialmente afectados».

Según ha indicado el departamento de Educación, la «única opción posible con garantía de llegar a todo el alumnado, con facilidad, rapidez y seguridad», especialmente pensando en «no dejar atrás» a las familias más vulnerables, ha sido la de la tarjeta prepago distribuida desde los centros educativos.

El uso de la tarjeta prepago, han indicado, es una opción rápida y práctica porque la entidad que proporciona la tarjeta, La Caixa, «ya había puesto en marcha este sistema antes en otro proyecto de ámbito social y había muchos de establecimientos conveniados».

Han argumentado que los centros suelen ser lugares próximos a las familias, porque viven en la zona, por lo tanto se reducen los desplazamientos y, además, conocen a las familias y esto facilita los trámites. En el caso de centros cerrados se ha organizado el reparto en otros próximos o espacios municipales.

El reparto de comida bien a través de ONG bien a través de las empresas que hacen los servicios de comedor se descartó porque ni las empresas ni las organizaciones «están preparadas para hacer el servicio a domicilio y no tienen capacidad para ello», han manifestado.

En la cuestión económica, se planteó la posibilidad de hacer transferencias bancarias pero en muchos centros, han apuntado en el comunicado de Educación, «no tienen las cuentas bancarias de las familias y en el caso de las más vulnerables o bien no tienen cuenta o, en ocasiones, está embargada».

Sobre la entrega, la posibilidad de enviarla por correo también se descartó por la falta de actualización de los datos.