Integrados en el proyecto Construimos Democracia Participativa (del área de Educación y de Participación Ciudadana), desde el mes de junio de 2018 están constituidos el Consell de la Infància y el Consell de l’Adolescència. Los consellers y conselleres de los dos órganos fueron elegidos democráticamente por sus compañeros en el colegio respectivo, y desde entonces aportan su granito de arena para hacer un Marratxí mejor.
Varios componentes del Consell de la Infància (Pablo Gunbau e Iván Agulló, de Nova Cabana; Nuria Alfonsín y Mar Seguí, de Ses Cases Noves, Esteban Sánchez y Lucía Talavera, de Santa Teresa, y Alicia Quero y Miranda Pozo, de Es Liceu ) y del Consell de l’Adolescència (Ricard Villanueva, del IES Sant Marçal; Leyre Aguilera, Lucía Belzunce y Cristina María Mora, de la Salle, y Alberto Barea, de Es Liceu) han atendido a esta publicación.
A la pregunta ¿Qué supone para vosotros estar dentro del Consell y del Proyecto Construimos Democracia Participativa?, el Consell de la Infància se pronuncia en distintos términos: «Sentirse orgulloso de que te hayan elegido; sentir que la gente confía en ti. Decidir lo que se puede hacer para el pueblo». Desde el Consell de la Adolescència, Ricard Villanueva explica que «estamos muy contentos, porque el Ayuntamiento hace muchas actividades enfocadas al público adulto, y en algún aspecto nos podíamos sentir aislados. Ahora, gracias al Consell, podemos dar a conocer nuestro punto de vista». Y Lucía Belzunce afirma que «siempre se han integrado nuestras opiniones en el Consell. Sientes que tu voz es escuchada».
Respecto a cuál es la principal lección que extraen, el Consell de la Infancia dice: «Tomar decisiones que hagan bien a todos. Pensar no sólo en uno sino en los demás, aprender a ceder». Para Leyre Aguilera, del Consell d’Adolescència, «el hecho de que Marratxí somos todos, no sólo los adultos, sino también los jóvenes, personas de distintos núcleos y de diferentes etnias». Cristina María Mora añade: «Los jóvenes somos el futuro del municipio. Y hemos de ayudar a mejorar las cosas para hacerlo mejor «.
Planteada la cuestión ¿Cuál es la propuesta o reivindicación que has presentado de la que te siente más orgullosos ?, éstas son las respuestas. Para el Consell de la Infància, «celebrar el Día de la Infància en el Liceo, encontrar un espacio para graffiteros, mejorar parques de Marratxí y dar más apoyo al Casal Solidario». Para el Consell de l’Adolescència, unánimemente de acuerdo, en el hecho «de apostar y reivindicar la igualdades de todo tipo en los retos de UNICEF para 2030».
Cuando se les interroga si por el hecho de participar en los consells, están más comprometidos en la defensa de los valores democráticos, responden que «sí”. Desde el Consell de la Infància, dicen que «ahora sabemos que podemos elegir a nuestros políticos y podemos hacer saber lo que conviene para el pueblo». Desde el Consell de la Adolescència, Alberto Barea admite que «sí hemos notado un cambio importante en este sentido, sabemos muchas cosas del funcionamiento del Ayuntamiento que antes no sabíamos».
Finalmente, interrogados sobre qué hace falta para que el conjunto de la ciudadanía no vea la política como algo externo, el Consejo de la Infància expone que «recogiendo ideas y escuchando propuestas de todos. Por ejemplo, poniendo buzones para estas propuestas y haciendo que el alcalde recibiera una vez al mes a una representación de ciudadanos «. Y el Consejo de la Adolescència, a través de Leyre Aguilera, expresa que «la gente debe interesarse por lo que ocurre en su entorno, nos tenemos que involucrar todos mucho más de lo que lo hacemos».