Niños y jóvenes reclaman más apoyo a la sociedad para que no se les estigmatice por pedir ayuda por cuestiones de salud mental. Así lo asegura un reciente informe de Unicef que recomienda “escuchar a los niños y niñas y adolescentes sin minimizar su dolor, apoyar a las familias, padres y cuidadores para que puedan comprender mejor las necesidades de los adolescentes en un mundo cambiante, y garantizar que las escuelas apoyan a la salud mental para que niños y niñas se sientan seguros y conectados”.
El informe, titulado ‘En mi mente. Cómo experimentan y perciben los adolescentes la salud mental en todo el mundo’, nace de las sesiones realizadas a 13 países por 71 grupos de niños, niñas y adolescentes de 10 a 19 años. El informe ratifica que el estigma los disuade de buscar ayuda y concluye que los adolescentes reclaman más apoyo a familias y adolescentes
“Acudimos antes a nuestros amigos que a un profesional porque los amigos son el espacio más seguro. Hay mucha gente que no tiene tanta suerte y no puede hablar de estas cosas con sus padres”, cuenta Irene, de 15 años. Y es que “continúa habiendo una barrera cultural, un tabú, respecto al tema de ‘Voy al psicólogo’ (…). No lo tenemos que ver como una cosa extraordinaria”, afirma Clara, de 17 años. Además, “ir a un psicólogo no es accesible ahora mismo, es casi un privilegio, cuando tendría que ser un derecho”, opina Lara, de 20 años, según el informe de Unicef.
Suicidio
Cada día se suicidan una media de once personas en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. 2020 fue el año con más suicidios en la historia de España. En total se registraron 3.941 suicidios, un 7,4% más que el 2019. En las Baleares 104 personas se suicidaron el 2020, 71 hombres y 33 mujeres. El número de suicidios ha aumentado mucho en los últimos años. El 1980 se registraron 1.652 suicidios frente a los 3.941 casos del 2020.
La gran mayoría de suicidios los protagonizan los hombres, con un 74%, y un 26% las mujeres. Una epidemia hasta ahora casi invisible, pero más mortal que los accidentes de tráfico. El suicidio se ha ocultado durante décadas, tanto a las familias como por parte de los medios de comunicación. Pero últimamente hay un enfoque diferente. Se quiere levantar el velo que esconde los suicidios para ofrecer ayuda a las personas que se plantean o se han planteado quitarse la vida y ayudar también a sus familias.
024
Recientemente, se ha puesto en marcha el teléfono de atención al suicidio, el 024, una línea telefónica anónima, gratuita y confidencial que está operativa las 24 horas del día y donde especialistas de emergencia de Cruz Roja apoyan y prestan ayuda emocional a las personas que presentan conductas suicidas o contra su integridad física. Además, existen otros teléfonos como el Teléfono de la Esperanza, 971461112, o el 112, además de aplicaciones como Prevensui o Calma.
Pandemia
La salud mental es junto con la Atención Primaria y la cronicidad uno de los tres ejes principales de la Consejería de Salud de Baleares. En las Islas se ha puesto en marcha el observatorio del suicidio y también se ha creado una oficina de salud mental de las Islas. La crisis económica derivada de la pandemia ha provocado un aumento de la incertidumbre y del incremento del consumo de ansiolíticos y antidepresivos. En 2019 había un 11,2% de la población que tomaba ansiolíticos, antidepresivos o ambos a la vez. Dos años después los toman un 14%. En total son 165.067 personas, un incremento del 25,7% en tan solo dos años.
Consultas psicológicas
La Consejería de Salud y Consumo estima que en las Islas Baleares las consultas relacionadas con trastornos ansiosos y depresivos leves en atención primaria se han incrementado un 16% durante la pandemia. Actualmente, las consultas de los psicólogos privados tienen una lista de espera de dos meses y de hasta tres meses las consultas públicas. Las consultas más habituales son por problemas de ansiedad y de depresión, puesto que los dos años largos de pandemia han provocado problemas personales, familiares, de trabajo y de duelo por familiares, etc.
La Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia (OBIA) y la Oficina de la Salud Mental de las Baleares ya han organizado ocho sesiones de trabajo en todas las Islas para prevenir el suicidio y las autolesiones en niños y adolescentes. Más de 300 profesionales que trabajan directamente con menores, como centros educativos, residenciales, de ocio y tiempo libre o policías tutores participarán en estas jornadas.
La pandemia y las restricciones sociales también han creado un problema añadido que es la adicción a las nuevas tecnologías. “Hay que reflexionar que no solo es un tema que afecta las personas menores, sino que también nos afecta a todos y todas, y a veces nosotros mismos no somos un buen ejemplo, o no tenemos el tiempo, el conocimiento, ni los medios para controlarlo”, admite Joan Sastre, psicólogo de Infancia y Familia de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Marratxí
Las Islas disponen del Instituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia (IBSMIA), que es el organismo responsable de la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de todos los niños y jóvenes de las Islas Baleares que tienen un trastorno mental grave. Su misión es ofrecer un tratamiento eficaz, efectivo y eficiente a todos los niños y jóvenes de las Islas Baleares menores de 18 años que sufran un trastorno mental grave, basado en la atención integral y multidisciplinaria, centrada en la persona, su familia y su entorno.
El objetivo es, como relata su misión, “vivir en una sociedad sana, que promueva un estilo de vida saludable y facilite la recuperación, la inserción y la participación de las personas con trastorno mental».
Más trastornos
Los últimos dos años de pandemia han obligado en el área municipal de Servicios Sociales a destinar muchos medios humanos y materiales para atender todas las necesidades de los ciudadanos. Durante todo el tiempo que fue necesario se reorientó la atención a la tramitación de ayudas económicas y se mantuvo la atención de manera telemática durante el confinamiento para dar respuesta a las necesidades de carácter económico y de apoyo, priorizando la atención en determinados colectivos (niños, mujeres, gente mayor, etc.)
Cuando se detecta una situación de vulnerabilidad individual o familiar que exige la atención de Servicios Sociales se ponen en marcha los servicios de competencia municipal o se deriva y acompaña a otros servicios más especializados de carácter supramunicipal. “Si son necesidades de atención a gente mayor, se cuente con la red de atención y apoyo a la dependencia, que se puede complementar con el trabajo que se hace desde otras áreas, como la de gente mayor. Si se trata de temas relacionados con niños y adolescentes, se trabaja de manera coordinada con los centros educativos, con el apoyo de los educadores sociales”, detalla Joan Sastre.
Gente mayor
El área de Salud programó una charla dirigida a las personas mayores de Marratxí que, a causa del Covid, tenían miedo a salir de su casa y relacionarse una vez se superó la fase más aguda de la pandemia. El doctor Joan Carles March impartió la charla ‘Las secuelas emocionales de la Covid-19 a la Gente mayor”, que fue muy bien acogida por las sesenta personas mayores que acudieron. “Detectamos en los centros de salud que había muchas personas mayores con miedo de salir de su casa, gente que, en muchos de casos, estuvieron solos en la fase más dura de la pandemia y que cuando se levantaron las restricciones tenían miedo de salir de casa”, explica Nanda Aguiló, técnica del área de Salud del Ayuntamiento, que añade que la gente salió “encantadísima de la charla donde se les invitó a vivir en positivo y sin miedo”.
Durante las vacaciones escolares de Pascua, Servicios Sociales realizó un taller de inteligencia emocional para adolescentes en el cual participaron quince jóvenes y donde se trabajaron aspectos de gestión emocional, resolución de conflictos, manejo del estrés y la ansiedad. “Nos preocupa especialmente el sufrimiento emocional que provoca la baja autoestima en una edad crítica y la relación que puede tener este tema con las autolesiones, intentos autolíticos, trastornos de conducta alimentaria”, explica Joan Sastre.
Más comunicación
Es una gran contradicción que en la época de la historia que estamos mejor comunicados tecnológicamente, aquello que falte sea una comunicación interpersonal transparente y veraz. Los psicólogos creen que es fundamental fomentar la comunicación dentro del ámbito familiar, tener flexibilidad y empatía para entender a las personas que nos rodean. “Hay que estar presentes, a veces no se trata tanto de pasar mucho de tiempos juntos, sino de crear espacios, actividades y momentos para compartir algo plegados, si no podemos ofrecer cantidad ofrecer calidad en las relaciones”, explica Sastre. Considera que es en estos espacios de confianza y bienestar cuando “podemos detectar mejor si alguien no está bien y ofrecerle apoyo o encaminarlo hacia algún servicio que le puedan ofrecer”.
Los psicólogos recuerdan que las personas somos seres sociales por naturaleza y que es necesario activar las redes de apoyo natural, como es la familia extensa, los amigos, los vecinos, participar en actividades del pueblo o el entorno más inmediato.
Talleres terapéuticos
Una de las iniciativas para fomentar la sociabilidad es el taller de Gospel, impulsado por el área de Salud, que se puso en marcha en el Pla de na Tesa y ha tenido una gran acogida, con unos ochenta participantes, además de una larga lista de espera.
Es una actividad dirigida a los adultos y que promueve el Gospel como un espacio de expresión libre, de ritmo, alegría y de compartir emociones dentro de un grupo que se reúne una vez por semana para respirar, disfrutar en compañía y complicidad.
La actividad, donde participa el Ayuntamiento, la Asociación de Vecinos del Pla de na Tesa, la iglesia del Pla y Cáritas, surgió porque al área de Salud detectó que había mucha gente a la cual le costaba relacionarse y exteriorizar las emociones. “Es un recurso de salud mental pero con un enfoque lúdico donde participan 80 personas, desde 25 años a gente más de 80, mayoritariamente mujeres, y que ha tenido una gran acogida”, destaca Aguiló, que añade que “la música favorece la canalización de las emociones, fomenta la autoestima, las habilidades sociales y los vínculos personales”.
Otra de las actividades que promueve el Ayuntamiento para potenciar la sociabilidad y la integración en actividades y dinámicas deportivas es Fútbol-in, un proyecto del área de Servicios Sociales y Juventud nacido en 2017 y por el cual ya han pasado más de 200 niños y jóvenes que han encontrado en el deporte una herramienta de integración y de crecimiento personal. Fútbol-in, que acaba de comenzar en su vertiente femenina, es una muestra de la atención comunitaria y del trabajo en prevención que hacen los educadores para trabajar hábitos saludables y habilidades sociales en los jóvenes.