LOS RESIDUOS, UN RETO DE PRESENTE PENSANDO EN EL FUTURO

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¿De dónde venimos? ¿Dónde estamos? ¿A dónde vamos? Son tres preguntas que se pueden aplicar a muchas facetas de la vida, más allá del tono filosófico que implican. En este caso concreto, sirven para enmarcar la situación de los residuos (globalmente y también en Marratxí) y para seguir la trayectoria (y los cambios) respecto a estos elementos que todos, en mayor o menor medida, produce. En definitiva, una realidad que se puede contemplar como una problemática o, a la inversa, como un gran reto por el que trabajar.

¿De dónde venimos?

A principios de siglo XX (por no ir más lejos), se aprovechaba casi todo. La escasez y la precariedad del momento hacía que se tirara muy poco a la basura, sobre todo si lo comparamos con nuestros días, por lo que muchas cosas eran reutilizadas más de una vez. Por lo tanto, el volumen de residuos generados era también escaso.

Superada la Guerra civil y la posguerra, la precariedad fue disminuyendo y, en las Islas, en los años sesenta se vivió un auténtico boom turístico, con el consiguiente incremento de basuras globalmente hablando. Como consecuencia del bienestar económico y de una cultura consumista de cada vez más arraigada, los residuos también fueron aumentando.

¿Dónde estamos?

Esta elevada generación de residuos no ha dejado de ir en aumento, tanto desde un punto de vista global de la sociedad como individual de las personas. Por otra parte, la sociedad ha ido tomando conciencia de los graves problemas medioambientales que pueden derivarse de la excesiva generación de basura y de una mala gestión de los mismos. Muchos de estos problemas están directamente relacionados con el cambio climático y sus consecuencias.

Hace ya muchos años que no faltan, en este sentido, programas y campañas institucionales y también cierto y progresivo grado de concienciación por parte de la ciudadanía. De este modo, hay quien, al igual que hace un consumo racional de agua, también separa los residuos en su casa según la tipología. E, incluso (y es el caso de Marratxí) hay quien hace compuesto. Se podría decir, en resumen, que actualmente tenemos la luz de alerta encendida y que sabemos que tenemos un problema que resolver o un reto que superar.

¿A dónde vamos?

Los organismos internacionales trabajan para luchar contra el cambio el climático y para activar la economía circular, y la gestión de los residuos es un parámetro importante en esta línea. Así, el objetivo de las políticas de gestión de residuos de la Unión Europea (UE) es reducir el impacto sobre el medio ambiente y la salud y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. Se pretende reducir la cantidad de residuos generados y, cuando la generación sea inevitable, promover los residuos como recurso y conseguir niveles más elevados de reciclaje y una eliminación segura.

En cuanto al reciclaje, la Estrategia 2020 señala un mínimo del 65% en peso de todos los residuos de envases, así como niveles concretos para materiales específicos (50% del plástico, 70% de metales ferrosos o 75% del papel y cartón, por ejemplo) para el año 2025, aumentados todos en un 5% más para 2030.

Marratxí, en la lucha

La dispersión geográfica y el aumento poblacional experimentado en los últimos años hacen de Marratxí un municipio donde la problemática de los residuos está muy vigente. La concejala de Medio Ambiente, Cristina Alonso, explica que «si bien es cierto que la ciudadanía de Marratxí se ha ido concienciando respecto de la importancia de separar adecuadamente los residuos y depositarlos allí donde corresponda, también es verdad que no ha sido suficiente -hasta ahora- para dar una respuesta idónea a la situación que tenemos planteada, que es de urgencia, sobre todo pensando en nuestros hijos y, sobre todo, nietos».

Respecto a la gestión propiamente dicha de los residuos, Alonso confirma la apuesta clara del consistorio por el sistema de recogida puerta a puerta, que ya tienen en funcionamiento otros municipios. «Será una revolución, somos conscientes de ello, y también conllevará un tiempo para que todo se vaya habituando al nuevo sistema de recogida de residuos. La ciudadanía deberá ser escrupulosa en la separación de los residuos para la recogida puerta a puerta así lo exige «. El nuevo sistema de recogida puerta aplicará gradualmente en el municipio, con cuatro fases. La primera está previsto iniciarla a mediados de 2020, para irla ampliando cada medio año. En todo caso, la concejala comenta que «en aquellos casos o núcleos donde sea imposible aplicarlo, buscaremos un sistema de gestión alternativo».

Otra novedad importante es el hecho de que en fechas próximas, el municipio dispondrá de contenedores inteligentes en dos áreas de aportación dentro de un plan piloto, pionero en las Islas Baleares, en el que está trabajando la empresa marratxinera Wireless DNA , ubicada en el Parc Bit. El proyecto piloto, coordinado desde el área de Medio Ambiente, persigue dos grandes objetivos: evitar las infracciones y las malas prácticas a la hora de depositar los residuos por parte de los vecinos y también mejorar la recogida selectiva.

Las dos áreas de aportación de residuos donde se instalarán los contenedores inteligentes estarán en la calle Lliri, de Nova Cabana, y en la calle Mayor, de Pòrtol. Cada una de estas áreas tendrá cuatro contenedores (uno para cada tipo de residuo) dotados con un sensor, que permitirá determinar a tiempo real parámetros como el peso, el movimiento, la temperatura y el volumen interno y externo de residuos, que generarán diferentes informes. El cruce de estos datos permitirá conocer, por ejemplo, el espacio de tiempo que transcurre entre que se hace el vaciado y se llena de basura; si hay riesgo de incendio y también si hay residuos en los alrededores. El cruce de estos datos permitirá conocer, por ejemplo, el espacio de tiempo que transcurre entre que se hace el vaciado y se llena de basura; si hay riesgo de incendio y también si hay residuos en los alrededores. Con estos resultados, se podrán recalcular las rutas y diferentes ítems para hacer más efectiva la gestión de los residuos.

Además del depósito y la recogida diaria de residuos a cargo de Marratxí XXI y de la brigada de Medio Ambiente el papel clave que juega Sa Deixalleria, ubicada en el polígono, las herramientas que tiene el Ayuntamiento en relación con los residuos son diversas: talleres educativos en las escuelas, Centro móvil, campaña Ecomerç, campaña contra el turismo de basuras; campaña de compostaje doméstico; sistema de recogida a domicilio de podas y restos … (La información completa sobre Sa Deixalleria está en la sección ‘Ciudadanía Activa’).

Los talleres educativos sobre residuos en las escuelas hace tres años que se llevan a cabo en todos los colegios del municipio que voluntariamente quieren acogerse para alumnos de tercero y hasta sexto de Primaria. «Tienen muy buena aceptación, y es una cuestión muy importante, porque cuando antes se comience con la concienciación de la ciudadanía, mejor que mejor», asevera Alonso.

En cuanto a la ‘Deixalleria Mòbil’, el área de Medio Ambiente la ha puesto en marcha este año. Está destinada a la recuperación de residuos como tóners y cartuchos, aceites de cocina, radiografías y cds, pequeños electrodomésticos, pilas y cápsulas de café. Alonso apunta que «debemos tener en cuenta que partimos de la base que la Centro móvil actúa con una función complementaria a la de Sa Deixalleria. La idea en este caso es ir llegando cada vez a más núcleos de población. De momento, estamos satisfechos con la respuesta de la ciudadanía». La ‘Deixalleria Mòbil se incorporará en el nuevo contrato de limpieza que el Ayuntamiento firmará próximamente y por una vigencia de ocho años.

En cuanto al Ecocomerç, esta es una campaña iniciada hace dos años que pretende la adhesión de los comercios y restaurantes del municipio a la iniciativa de separar y depositar convenientemente los residuos propios de cada negocio, «porque está claro -dice Alonso- que no produce el mismo tipo de basuras un bar que una peluquería». Estos comercios adheridos reciben del Ayuntamiento las pegatinas con la inscripción ‘Ecocomerç’, que los reconoce como establecimientos comprometidos con la mejora del medio ambiente. En caso de no superar las inspecciones a que pueden ser sometidos en cualquier momento, el Ayuntamiento les retiraría el distintivo.

El conocido como «turismo de basuras» es aquel que hace una persona depositando residuos fuera de su término municipal y en un municipio con un sistema de recogida distinto al propio. La nueva Ley de residuos y suelos contaminantes de las Islas Baleares, aprobada este año, establece explícitamente como infracción leve «el depósito de residuos en contenedores ajenos a los del término municipal propio, siempre que el municipio receptor no tenga el mismo sistema de recogida». En este ámbito, el área de Medio Ambiente y la Policía Local llevaron en septiembre una primera campaña de detección de estas infracciones, que se saldó con cinco personas sancionadas. El Ayuntamiento tiene previsto continuar con la campaña de inspecciones y sanciones, iniciada con esta primera fase.

Por otra parte, con la colaboración de Amics de la Terra, el área de Medio Ambiente lleva a cabo en los últimos años talleres de compostaje doméstico. De momento, se han formado unas 40 personas. «En estas personas que voluntariamente deciden hacer este paso, les ofrecemos una compostera y una vez al año los convocamos a un taller que hacemos en Sa Deixalleria. Además, si hace falta, los técnicos de Amics Tierra los asesoran a domicilio». Como novedad en este ámbito, hay que destacar que, dado que la falta de materia seca suele ser una realidad para la mayor parte de las personas que hacen compostaje doméstico, el Ayuntamiento ha adquirido una máquina trituradora para obtenerlos ello. «Los vecinos inscritos o bien pueden pasar a recoger el material triturado o bien, previo pago de un depósito y previa solicitud, se la podrán llevar a su casa para triturar directamente ellos su material».

A propósito de las podas, Medio Ambiente también tiene en marcha un servicio de recogida a domicilio. Hablamos de un servicio gratuito que el Ayuntamiento presta desde hace muchos años, al que se ha dado un impulso en los últimos tiempos. El funcionamiento del servicio es el siguiente: el usuario debe pasar a recoger la saca (o sacas, con un máximo de dos) en la sede del departamento de Medio Ambiente, en el Camino de Son Ametler número 5. Allí, de manera gratuita, le dispensarán estas sacas y, de acuerdo con el mismo usuario, fijarán un día de recogida en un plazo máximo de una semana a partir de ese momento.

En definitiva, muchas herramientas y muy diversas, cuya eficacia -en buena parte- estará muy vinculada a la concienciación y el buen hacer de la ciudadanía. La pelota está en nuestro tejado.