SA REFINADORA, HISTORIA DEL PONT D’INCA

2019

Sa Refinadora es el edificio histórico industrial más importante del Pont d’Inca. Comenzó a funcionar en 1931 haciendo del tratamiento de la algarroba su razón de ser y contribuyendo decisivamente a la dinamización social del núcleo. Vivió momentos muy álgidos, con una producción (alcoholes, piensos, colas…) que se destinaba a abastecer la población local, y, sobre todo, a la exportación. La algarroba se usaba en la elaboración de un centenar de productos. Pero a principios del siglo XXI, por la competencia de países como Turquía o Túnez, la fábrica se vio obligada al cierre. En 2015, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento. En medio, una historia interesante y fecunda digna de estudio.


«El edificio de Sa Refinadora se terminó de construir en 1930, y la sociedad Industrias Agrícolas de Mallorca SA se constituyó como tal en 1931. Provenía de la fusión de tres sociedades mallorquinas: Destilería de Alcoholes del Pont d’Inca, Alcoholes Mallorquinas y Vinos, y Alcoholes de Manacor. Las dos primeras eran de Puente de Inca y la segunda, como dice el mismo nombre, de Manacor «, explica Francesc Vallcaneras, investigador de cultura popular. Conocido popularmente como Xisco de Sa refinadora, pocas personas conocen tan bien como él la historia y la actividad de esta emblemática fábrica.

«Hay que tener en cuenta -continúa Vallcaneras- que el Pont d’Inca fue de los primeros núcleos de población de Mallorca a industrializarse, con fábricas de jabón, textiles, destilerías … Al pertenecer en Marratxí, las empresas pagaban menos impuestos que en Palma y, además, las fábricas de la zona tenían la ventaja, importantísimo, de contar con el ferrocarril muy cerca. De hecho, con el tiempo, Ferrocarriles de Mallorca hizo un ramal desde la estación de Pont d’Inca hasta el interior mismo de Sa Refinadora».


El tren llegaba cargado de sacos de algarroba de varias poblaciones de Mallorca. En salía hacia el puerto de Palma cargado de productos variados, una vez elaborados en la fábrica: alcoholes, colas, harina de algarroba para uso doméstico e industrial, piensos de algarroba…
«Sa Refinadora tenía dos filiales, en Cheste (Valencia) y en Ibiza. En el caso de la fábrica del Puente de Inca, además de abastecer a la población local, la mayor parte de la producción se destinaba a la exportación: en Europa, Japón, Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que el algarrobo es un árbol mediterráneo desconocido en otros puntos del mundo. Además, los químicos de la empresa inventaron un producto que causó furor: era el Aprestagum, una cola patentada con este nombre «.

200 trabajadores en el momento más álgido
Vallcaneras tiene datos que hablan del nivel de actividad de Sa refinador. «Los años 30 se trataban 31.500 toneladas de algarroba al año, de las que se derivaban 1.635.000 litros de alcohol y 3.465 toneladas de semilla limpia. En 1934 la planta de Puente de Inca producía 2.100 litros de alcohol diarios. En el momento más álgido de la empresa, debieron trabajar unas 200 personas, todos hombres, que se volvían en turnos para que la fábrica no dejara de funcionar ni un momento «. El abuelo materno de Vallcaneras, Joan Jaume, fue su encargado un montón de años.

La Guerra Civil (1936-1939) no supuso ninguna disminución en la producción de la fábrica, más bien al contrario, ya que la algarroba (en ausencia de otros productos) ganó aún más protagonismo y mayor demanda. Por otra parte, la fábrica tenía un refugio que era usado por los trabajadores y por vecinos de la zona cuando Es Pont d’Inca era víctima de bombardeos, lo que no era inhabitual, sobre todo por la importancia estratégica que tenía el aeropuerto militar de son Bonet.


Visitas guiadas
Vallcaneras fue el encargado de dirigir los sábados del mes de diciembre visitas guiadas a la emblemática fábrica, todo un referente en el Puente de Inca. «La verdad es que fueron muy interesantes y la gente respondió muy, hasta el punto que no sólo vinieron personas del Puente de Inca sino de todo Marratxí. La mayoría comentaban que tenían interés por Sa Refinadora porque habían oído hablar a menudo bien los padres, bien los padrinos. También vinieron interesados ​​en arqueología industrial, que también desde este punto de vista es interesante Sa refinador, que es así como la hemos conocido siempre. No sabemos de dónde sale el nombre de Sa Garrovera».