Micromachismos’, teatro social para desmontar estereotipos de género

651

La obra de teatro de quince minutos de duración cuenta una historia en la que un chico se enfada con su novia porque ha subido unas fotos en Instagram con un vestido demasiado insinuante. Así arranca el taller de teatro social ‘Micromachismos’ de la compañía Teatrèmol que ha organizado la concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Marratxí. Una obra en la que se representan situaciones de micromachismos y abordan conceptos como la violencia, la opresión o la manipulación. El taller, que se enmarca en los actos del 8M, Día Internacional de la Mujer, se ha desarrollado durante dos semanas en todas las clases de segundo de ESO del Instituto de Educación Secundaria de Marratxí. En la segunda parte del taller se identifican los patrones disruptivos relacionales y los mitos del amor romántico y abra el debate entre los jóvenes.

Cherry, alumna de segundo de ESO, cuenta que con la obra de teatro se dio cuenta de los micromachismos y sobre todo de la toxicidad que puede haber en una relación. «También me di cuenta de que viendo la escena que nos representaron me pareció muy fuerte y pensé que nunca permitiríamos que nos pasara esto, pero analizándolo profundamente mucha gente ‘pasa’ de algunos detalles que hacían que al final la relación se volviera tóxica «.

En la misma línea incide Olaya, alumna de segundo de ESO. «Esta pequeña obra de teatro nos ha ayudado mucho más de lo que pensábamos. Hemos visto cómo una relación puede convertirse en una relación tóxica. Lo hemos visto desde fuera, pero cuando es nuestra propia relación pensamos que son pequeñas acciones de amor. Pero poco a poco puede convertirse en posesión y maltrato. Lo peor es que lo normalitzan y esto aumenta hasta que explota convirtiéndose en maltrato psicológico ya veces físico. «

Loreto Herrero, directora del Instituto de Marratxí, ha agradecido la propuesta del Consistorio. «En el debate, los alumnos reflejan los estereotipos o prejuicios que tenemos en la sociedad. Es muy interesante porque una vez que hablan entre ellos esto se va modulando hasta llegar a un acuerdo, porque cuando escuchamos al otro y somos empáticos tenemos respuestas mucho más humanas y cercanas que cuando repetimos consignas estereotipadas».

En el debate los alumnos hablan sin prejuicios y se produce una puesta en común que permite trabajar los prejuicios y las ideas que tienen alumnos de doce y trece años. «Muy a menudo estos temas no se trabajan con esta tranquilidad, muchas veces se habla desde las pasiones y desde ideas muy cerradas, por eso encontramos que este planteamiento de reflexión es muy adecuado», afirma la directora del IES Marratxí.

Los profesores del centro explican que las alumnas sí reconocen los pequeños gestos machistas y los chicos no siempre son conscientes porque ellos no lo sufren. Lo más importante, dicen los profesores, es que todos escuchen y entiendan lo que realmente está pasando para poder corregirlo.

Loreto Herrero asegura que actualmente las chicas reconocen los micromachismos, esos pequeños gestos que durante mucho tiempo han sido invisibles «Ahora lo que falta es que los chicos también lo reconozcan e interpreten que no está bien y que reaccionen cuando lo vean en un compañero. Pero sí es cierto que es un paso que se ha dado y ya no tiene freno, y es que las chicas reconocen actitudes machistas que yo a su edad no reconocía como tales».

Laura Andújar, actriz y administradora de Teatrèmol, considera que a nivel profesional es una propuesta interesante que funciona «muy bien» porque es diferente a un taller convencional en que los chicos pueden perder la atención. «Me sorprende el discurso súper machista de niños y también de niñas, algunos no les dejan a ellas ponerse falda o no les dejan salir con otras personas. Pero también hay gente que se sabe muy bien el discurso, saben que no les pueden controlar y que no deben soportar actitudes machistas, pero lo más positivo es que empiezan a plantearse que ser celoso es ser inseguro y también que no pueden perder su privacidad «.