La Escuela de Cerámica es parte importante del proyecto de investigación ‘Re-construir ciudad. La mirada escultórica al lugar que habitamos’, impulsado por la Universitat de les Illes Balears y que tendrá como eje vertebral una gran maqueta, de 24 metros cuadrados, para mostrar la configuración del barrio palmesano del Nou Llevant y Soledad Sur de Palma.
Esta maqueta se está elaborando con piezas hechas con barro en la misma Escuela de Cerámica, bajo la coordinación de Joan Pere Català y la participación activa del alumnado de sexto de Primaria del CEIP Costa i Llobera, de Pòrtol, y del CEIP Pintor Joan Miró del mismo barrio de La Soledad. “La maqueta, la vamos tirando de acuerdo con los planos del arquitecto del proyecto, Francisco Cifuentes, buen amigo y una persona con muchas inquietudes respecto de los materiales que se usan a la construcción. Él es quien pensó en mí para colaborar en el proyecto, y yo lo hice extensivo en la Escuela de Cerámica”, empieza explicando Català.
Para llevar a cabo estos trabajos, que comportarán la ‘construcción’ de unas 250 piezas y se prolongarán más allá del mes de febrero, los espacios expositivos del Centre cultural s’Escorxador se han habilitado como talleres. Hay que tener en cuenta que, después del confinamiento y la pandemia causada por el coronavirus, los plazos de elaboración del proyecto se han visto alterados, aunque la idea permanece intacta.
El barro con el cual el alumnado de sexto de Primaria de los dos centros educativos es de un tono blanco grisoso. La Escuela usará unos dos mil kilos para completar la maqueta, que incluirá los distintos inmuebles del barrio en cuestión. La cocción, como el mismo Català explicó al alumnado del Costa i Llobera, se lleva a cabo a unos 1.300 grados. “Queremos en todo caso que quien observe la maqueta tenga claro que lo han hecho manos humanas y no unas máquinas. No serán piezas perfectas, pero sí que el conjunto será armónico respetando los planos del arquitecto”. A su lado, la profesora de plástica de los alumnos del Costa i Llobera, Antònia Picó, reivindica este tipo de actividad. “Estaría muy bien tener posibilidades de hacer cosas como esta. En este caso, tenemos la ventaja de estar delante mismo de la Escuela de Cerámica; esto por un lado; por la otra, tenemos que aprovechar que somos la tierra del barro. En definitiva, una experiencia muy positiva para la escuela”.
La maqueta se expondrá en s’Escorxador, la sede de la Escuela de Cerámica de Marratxí, durante las fechas de la Fira del Fang. Posteriormente, una vez esté totalmente acabada, será objeto de una exposición itinerante en el Museo Krekovic de Palma y la misma Universitat de les Illes Balears.
